domingo, 31 de octubre de 2021

¿Cuáles son los temas filosóficos de la CaSa de PapEl? —( un análisis no fetichista de mOney Heist)—

temas filosóficos de la CaSa de PapEl? —( un análisis no fetichista de mOney Heist)—
Mi relación con la justicia es como con las mujeres, complicada


La Casa de Papel es un fenómeno extendido a nivel mundial. En países como Colombia, Brasil, Argentina, Chile, España, Francia, Italia y Portugal sus extensos y adictivos capítulos se consumen como pan recién salido del horno; allí, por lo mismo se concentran, los grupos más fanáticos de dicha serie.


Hispanoamérica —cuyo cine, con todo respeto, es una vergüenza— región propensa a consumir todo lo externo y de origen anglosajón o europeo, no se ha visto exenta de esta influencia viral. También, el fenómeno se ha extendido a muchos países de África en los que esta serie ha adquirido un valor casi sagrado. 


La India, cuyo cine ha venido de menos a más, no se queda atrás, a medida esta serie se hace más conocida en el mundo aumenta el número de fanáticos de la famosa producción cinematográfica en ese territorio.



Se estima que aproximadamente 34.355.956 familias en el mundo disfrutaron viendo La casa de papel en sus primeros días en la plataforma de Netflix. Y lo más interesante de esta estadística es que más del 70% de los que la comenzaron a ver terminaron la temporada completa. 


Por todo lo anterior, se puede decir que el éxito de la casa de papel es indiscutible como abrumador lo que la sitúa como una de las series mejor posicionadas en la historia de esa plataforma.


Los protagonistas


Los protagonistas principales de la serie son Úrsula Corberó (Silene Oliveira, apodada en la serie como Tokio), Itziar Ituño (Raquel Murillo, Lisboa) y Álvaro Morte (Salvador Martín, El Profesor).


¿Cuál es el argumento real de la casa de papel?


La Casa de Papel se despliega en torno a un atraco efectuado exitosamente por El Profesor; este atraco, en principio, fue ideado por el padre del profesor, quien murió en un fatídico asalto abatido a tiros por las fuerzas de seguridad en las puertas de un banco, por lo que luego de la muerte de aquel el profesor afinó todos los detalles para que se hiciera realidad. 


Inspirado por la precariedad económica y probablemente por una suerte de venganza, Salvador Martín se dispuso, confiado y amparado en la meticulosidad y genialidad del plan, ingresar a La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de España con el propósito de imprimir alrededor de 2.400 millones de euros; tal quijotesca aventura tenía que llevarse acabo en no más de doce días; pero para lograr tan ingente tarea debía contar con un equipo de ladrones, ocho en total, profesionales; a quienes en consecuencia reclutó y preparó teórica y prácticamente con relativo éxito; excepto quizá por Tokio y Río que son los que menos se ajustaron, tal como se había acordado, al rígido plan.


El Tema del mal en la casa de Papel


Sin pensarlo a profundidad, larga y tendidamente creemos que estamos en condición de conocer clara y distintamente lo que es bueno de lo que es malo. Cuando no se ha meditado de manera seria, se cree que se sabe la línea divisoria precisa entre estos dos conceptos. Sin embargo esto no es así.


Algunos pensadores nos advirtieron al respecto. Los sofistas por ejemplo, como consecuencia de sus múltiples desplazamientos a diversos lugares, empezaron a ver que lo que era bueno en ciertas zonas no era necesariamente bueno en otros sitios; su relativismo moral les hizo ganar numerosos y poderosos enemigos: filósofos, políticos y religiosos ansiosos por mantener el orden establecido.


Spinoza, habló al respecto, a su criterio el mal no es una cosa que esté en las cosas espacio temporales como inherentes a su naturaleza, es más bien nuestra disposición interna las que nos hace juzgarlas como buenas o malas.


Es decir, es a partir de nuestra experiencia con las cosas, positiva o negativa, que nos nos vemos impelidos a determinar si aquellas son buenas o malas. Si disminuyen nuestra potencia vital, las consideramos como buenas, si es lo contrario, como malas.


 También Nietzsche, el gran filósofo paralelo, escribió al respecto y concluyó que se debe de ir más allá de ese falso binomio. Independientemente de nuestra postura en lo que atañe a ese viejo problema de origen religioso, lo cierto es que el mal y el bien no es algo que reconozcamos con relativa facilidad. El gran bien que se le puede hacer a una persona actualmente puede convertirse en un par de años en el peor de los males.


La casa de papel no es una serie que se pueda alabar por la brillantez de su guion, comparada con otras como "You" no está malo del todo, y menos por la coherencia interna de su historia: nos propone un macro y micro cosmos demasiado artificiosos, rompe en exceso el sentido de la verosimilitud, pero en lo que respecta al tema del mal sí que profundiza bastante


Todo mundo da por sentado que robar es algo de naturaleza despreciable, pero ¿lo es siempre? Y aquí se complica la cosa pues entra lo ético. Si un hijo pobre roba en una farmacia porque su madre está gravemente enferma y necesita una medicina costosa a la cual por su condición económica, aunque quisiera, no puede acceder, es desde un punto de vista jurídico ilegal, pero no inmoral, pues la máxima que precedió su operar fue de naturaleza noble.


¿Cuáles son los temas filosóficos de la CaSa de PapEl? —( un análisis no fetichista de mOney Heist)—

Aquí sucede algo análogo, los ladrones que al principio nos parecían repugnantes comienzan a mostrar su lado humano, su debilidad y hasta su bondad y los que al principio se tomaban como los defensores del orden y del bien común comienzan a mostrar su lado más oscuro, su verdadera fisionomía.


La casa de Papel nos invita a ampliar un poco más nuestro criterio a cerca de lo que consideramos como bueno y malo. Es decir, si no se quiere caer en el prejuicio barato, típico del religioso, se debe tener un horizonte de comprensión mucho más amplio del que ordinariamente se tiene. 


Resulta extraño, pero lo cierto es que los secuestrados se sintieron más cómodos y humanos con sus secuestradores que con su jefe, Arturo, en sus oficinas de trabajo. La idea de que los atracadores son malvados cae en tierra pues lo que aparece en la realidad es distinto es lo que teóricamente se suponía al principio. Existe cierta bondad, por acallada que esté, en las naturalezas complejas.


El tema Económico


La serie propone una reflexión de carácter económica crítica. Cabe preguntarse si son más ladrones el profesor y su banda de parias o el Banco Central Europeo. Es por eso que ante la negativa de la inspectora a querer escuchar las razones del profesor éste le dice:


¿Por qué no me quieres oír, Raquel? ¿Porque soy de los malos? Te han enseñado a verlo todo en concepto de buenos y malos. Pero esto que estamos haciendo no te parece mal si lo hace otra gente. En el año 2011, el Banco Central Europeo creó de la nada 171.000 millones de euros… de la nada. Igual que estamos haciendo nosotros. Sólo que a lo grande. 185.000 en el 2012, 145.000 en el 2013 ¿y sabes a dónde fue a parar todo ese dinero? A los bancos. Directamente de la fábrica a los más ricos. ¿Dijo alguien que el Banco Central Europeo fuera un ladrón? No. Inyección de liquidez, lo llamaron. Y lo sacaron de la nada—ex nihilo—, Raquel. ¡De la nada! (toma un billete y lo rompe en frente de ella) ¿Qué es esto, Raquel? Esto no es nada. Es papel. Lo ves? Estoy haciendo una inyección de liquidez. Pero no a la banca. La estoy haciendo aquí, en la economía real de este grupo de desgraciados que somos. Para escapar de todo esto. ¿Tú no quieres escapar?


Propone una reflexión crítica sobre lo que valoramos como malo y bueno. Y la línea que divide estos dos conceptos no es tan aguda como se cree.


Un análisis no fetichista de la casa de papel


Esta popular serie nos incita a pensar sobre los peligros de no ver la realidad de manera no dialéctica. El que juzga de manera superficial es incapaz de ver la relación que existe entre las cosas. Si se analiza desde un punto de vista fetichista, los malos son los atracadores pues son ellos lo que están robando


Pero en realidad vista desde un prisma más amplio, en su totalidad, se manifiesta de manera distinta: los banqueros también son ladrones. El hecho de que roben legalmente no implica que sea legítimo su operar. Cuantos sueños, de gente pobre y humilde, han destruido los bancos. 


Cuántas alegrías de numerosas familias se han robado, sin misericordia, los bancos. Pero el espectador fetichista es incapaz de ver lo que está detrás del telón y se limita a juzgar lo que aparece, lo positivo.


Es por eso que, a medida avanzan los episodios de la serie, el espectador comienza generar empatía con los delincuentes, y el sentimiento inicial de rechazo hacia éstos empieza a desmoronarse, los supuestos malos comienzan a mostrar mayor humanidad, empatía y bondad que las fuerzas de seguridad, que, entre más avanza la serie, más a luz exponen sus defectos morales e intelectuales, quedan como los malvados ya que, en su afán de salvaguardar el honor de la institución policial, están dispuestos a arriesgar la vida de varios rehenes con tal de recuperar a la hija de un embajador. 


Y ese es el problema de las fuerzas de seguridad, prefieren salvar el prestigio de una institución que la vida de los ciudadanos de carne y hueso.


La casa de papel nos propone otra forma de ver el mal y el bien. No todo es de color negro o de color blanco. Hay que desenmascarar los falsos dilemas. En las guerras, el que gana será siempre el bueno. El que pierde es el malo. El derrotado debe contar su historia desde su perspectiva.


 Si fuéramos capaces de ver más allá de nuestros prejuicios, el mundo sería un lugar mucho más tolerante. El extremismo no es algo recomendable. Lo bueno y lo malo son categorías que en la mente de un hombre serio no son tan fijas como cree la mayoría.


La Justicia: ¿Cuál es la definición de justicia según Berlín?


Otro tema filosófico que se puede observar en la serie es el de la justicia; la mejor definición sobre este tema la da Berlín; a su juicio:


... la justicia es esa señora con los ojos vendados y una balanza, no, pues entonces mi relación con la justicia es como con las mujeres, complicada, porque que problema hay con la justicia que no es constante. Hace dos siglos era justo tener esclavos negros, esclavos, como fue justo también quemar 🔥  las brujas, la jornada laboral de 16 horas era justa; la cuestión que yo planteo es que cosas de las que son injustas hoy serán justas mañana; no es injusto ser pobre, no es injusto tener que trabajar para disponer de una vivienda digna, no es injusto que las mujeres cobréis menos que los hombres por el mismo trabajo; como me voy a creer algo que cambia tanto de criterio…


Berlín también nos ofrece otra reflexión muy interesante a cerca de la muerte y el tiempo. Lo que dice sobre la muerte es bastante parecido a lo que sostiene Spinoza el filósofo racionalista del siglo XVII. Según Berlín: 


Si te dijeran que te queda un mes de vida, ahí es donde te das cuenta que lo que importa no es el tiempo, sino lo que haces con él. Si te dijera que te quedan solo 24 horas, ¿tú qué harías? ¿Deprimirte? ¿Lloriquear por las esquinas? ¿Rezar? ¿Despedirte?


 Como se debe responder: 


La respuesta adecuada es vivir, divertirte. Y no tener miedo a la muerte es lo que te da un maravilloso día de fiesta y morir en la hamaca en la playa, con la tontería del champagne en la cabeza, qué bonito. Se muere tan feo la gente.


El poder que existe en los símbolos


La máscara de Dalí, Bella Ciao y el mono rojo son más que meros objetos, música, ropas, plástico, son símbolos. Los símbolos representan la rebeldía, la resistencia y la fuerza de la masa. Si se saben utilizar correctamente, tienen un impacto potente en el imaginario del pueblo. 


Hoy día estos símbolos son adoptados por numerosas personas, pues identifican con ellos. Somos más que una roca, somos materia compleja, somos materia viva, en movimiento. La verdad es que estos símbolos no siempre son utilizados para fines nobles; pero esta serie nos ha demostrado que existe una fuerza de atracción en los símbolos.


Éstos símbolos son utilizados hoy día en las marchas. De hecho, en la última marcha contra el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, algunos de los que participaron en ella usaron estas máscaras y monos rojos como señal de rebeldía contra el régimen autoritario y tildado por muchos como de dictador.

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